jueves, 8 de marzo de 2012

Desayunos de Película

El desayuno... ¿qué se te ocurre cuando escuchas esta palabra? ¿tomar un café y salir escopeteado de casa? o sentarte con un periódico, acompañado de alguien agradable, levantar la vista y ver qué es lo queda sobre la mesa, tomar un dulce después de un bocadillo de jamón de jabugo... conversaciones largas... Sea lo que sea, el desayuno es una comida que, si se tiene tiempo, puede llegar a sacar grandes conversaciones o, en este caso, grandes escenas:

El cine nos deja algunas irrepetibles, seguro que ahora mismo os viene a la cabeza esa inolvidable secuencia en la que Audrey Hepburn desayuna unas pastas danesas frente a los escaparates de Tiffany’s, con un vestido negro que causaría furor y unas gafas de sol enormes (para quien no lo sepa, estaba, lo que hoy se dice: reenganchada, o sea, que no había dormido y estaba desayunando después de una larga noche). Ésta es y seguirá siendo una de las escenas más famosas del cine de todos los tiempos.

Otra escena que probablemente todas las mujeres nos sepamos de memoria es la des desayuno de Vivian y Edward de Pretty Woman, en la Suite del Hotel tras pasar la primera noche juntos. Edward pide al servicio de habitaciones todo lo que hay en el menú para desayunar: zumo de naranja, croissants, tostadas, melocotones, pancakes (tortitas), huevos revueltos con bacon, kiwi, muffins... lo hizo porque como no sabía qué era lo que a Vivian le gustaba, seguro que así acertaría de una forma u otra.
Por cierto, esta escena es famosa por el gazapo con el pancake, primero aparece Vivian comiendo un croissant y de repente, zas! se convierte en un pancake! misterios del cine...

Y no podía faltar el desayuno de Vincent y Jules en Pulp Fiction: un desayuno con atraco. La escena empieza con la fachada de Hawthorne Grill, cafetería elegida por la pareja de matones para desayunar tras haber pasado una agitada mañana. Se ve a Jules y Vincen dialogando ante la mesa mientras desayunan, la escena es muy digna de Tarantino donde Jules cuenta a Vincent su aprensión a comer cerdo a causa de la poca higiene que, a su juicio, le inspiran dichos animales.
El diágolo no tiene desperdicio:
Vincent: ¿Quieres Bacon?
Jules: No como cerdo, tío
Vincent: ¿Eres judío?
Jules: No, no soy judío. Es que no me gusta el cerdo, eso es todo.
Vincent: ¿ Por qué no?
Jules: Porque son animales muy guarros. yo no como animales guarros. (...) Los cerdos duermen y buscan su comida entre la mierda. Si no saben distinguir sus excrementos, ¿cómo voy a comerlos?
Vincent: También los perros se comen sus cacas.
Jules: Tampoco como perro.

Próximamente os pondremos más escenas famosas de desayunos. De momento, podéis escoger nuestros desayunos de película y crear tu propia escena mientras Matías Buenos Días te lleva una cesta a domicilio.

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